Día
1: La promesa del Espíritu Santo y la ascensión de Jesús Hechos 1:1-11
En el versículo 8 podrás observar una progresión geográfica.
Primero,
el testimonio había de comenzar en Jerusalén. Este era el lugar más
familiar para
ellos.
Desde allí
su testimonio debía expandirse a Judea, la región de la que Jerusalén
era
capital. El siguiente paso debía llevarles a Samaria, el territorio situado al
norte de Judea. Finalmente, hasta los lugares más remotos de la tierra.
¿Cuál sería tu equivalente personal para Jerusalén, Judea, Samaria?
Mi Jerusalén es Sabadell y Castellar, también la zona en la que trabajo de Barcelona. Realmente aquellos lugares que frecuento (supermercado, peluquero, donde compro el desayuno, etc... son "jerusalenes" para mí o deberían serlo.
ResponderEliminarSamaria son los espacios donde me cuesta más compartir mi fe.
Lo último de la Tierra a nivel personal implica estar abierto a la voluntad de Dios en cuanto a compartir el evangelio allí donde quiera mandarme.
Marcos Lumbreras
Es increïble este versiculo que claro habla! Recibimos el Espritu Santo después haber creido en Él y ya somos testigos del gran Dios, que privilegio ser embajadores del ÉL alrededor de nuestro mundo, nuestro Trabajo, nuestro cole,donde Él indique y como individuos, como familias y como Iglesia... que gran responsabilidad nuestro comporatamiento nuestro testimonio hablará de Dios, bien o mal peró hablará... no sé si a veces lo tenemos presente.
ResponderEliminar